
En el paradigma actual que estamos viviendo existe una tendencia que se está imponiendo sobre todo en interiorismo, el Minimalismo, pero también se está aplicando como estilo de vida. A través de este post veremos de qué manera el Minimalismo puede influenciar de manera positiva en nuestra vida cotidiana como tendencia arquitectónica o estilo de vida.
Minimalismo
Minimalismo en Arquitectura
La belleza en la simplicidad de las líneas puras

Simplicidad, repetición modular, proporción matemática, materiales y líneas puras, estas son las claves del Minimalismo. El orden proporciona paz y tranquilidad interior que se traduce en belleza en su estado más puro.


Keep it simple, no necesitas nada más, los ornamentos son entendidos como obstáculos visuales que no permiten apreciar la perfección en los materiales y sus formas puras.


El Minimalismo llevado al diseño de interiores



La austeridad es la mejor definición en el Minimalismo aplicado en interiorismo. Los elementos que componen las estancias son los justos y necesarios para el día a día. Las decoraciones se limitan a una pequeña muestra, siempre muy localizada y sin ser excesiva ni estridente.



Si lo fundamental en el Minimalismo es la simplicidad, la austeridad y la reducción máxima de ornamentos, entonces ¿dónde están todos los elementos útiles de la casa? La respuesta es sencilla y simple, como todo en el Minimalismo, están en el interior de armarios y cajones, no dejando a la vista nada que pueda estropear la armonía de las líneas puras. El orden conlleva paz y tranquilidad proporcionando un descanso visual.



La paleta de color en el Minimalismo se caracteriza por tonos neutros, que van desde el blanco, el gris, los beiges y arenas, en sus propuestas más puristas. En un Minimalismo más cotidiano se usa la misma paleta pero incorporando un acento de color, sin excesos.
El Minimalismo como estilo de vida

Los fundamentos del Minimalismo pueden transformarse en una forma de vivir, un estilo de vida con menor apego a las cosas materiales y más afín a uno mismo, como individuo, como persona que convive y se relaciona en sociedad.
La vida materialista ligada al capitalismo que predomina en las grandes urbes ha hecho que esta tendencia se desarrolle con mucha más fuerza. Un claro ejemplo es el de los autores del libro Minimalismo, Para una vida con sentido; Joshua Fields y Ryan Nicodemus, que además, tienen un blog donde publican interesantes posts y los podcasts de sus conferencias.

Ellos, norteamericanos, vivieron vidas paralelas, amigos desde la infancia, de familias humildes lucharon toda su vida por conseguir el sueño americano, y lo hallaron. Todo y con eso, teniendo un magnífico trabajo que les daba dinero para vivir muy cómodamente se sentían insatisfechos. El hecho de vivir para trabajar, para conseguir la siguiente nómina para poder gastarla en los últimos modelos del mercado, en todos los ámbitos, les llevó a un estado de insatisfacción, depresión y explotaron ante el cúmulo de tanta presión, tanto social como laboral.
La liberación a través del minimalismo
Esto les hizo reaccionar y darse cuenta de que lo material no les llenaba ni les aportaba nada a sus vidas que estaban vacías, sin ilusiones, sin sueños, vivían la vida que les habían vendido con el sueño americano.
En su libro explican en primera persona qué fue lo que les llevó a decantarse por una vida minimalista y lo bueno que les ha aportado tomar esa decisión. Además del libro tienen un documental en Netflix donde resumen todo lo acontecido en ese periodo de transición.
Ahora se dedican a divulgar los beneficios de tomar una postura minimalista ante la vida, desquitarse de los excesos materiales y aprender a vivir y disfrutar con los seres queridos a su alrededor.

Minimalismo, tendencia arquitectónica o estilo de vida
Una experiencia 100% recomendable para replantearte tu propia escala de valores. ¿Serías capaz de vivir con menos y ser feliz? ¿Realmente necesitamos todo lo que vamos acumulando a lo largo de nuestras vidas?
Revisa tus valores y empieza a poner orden en tu vida, no te arrepentirás, llegarás a conocerte mejor a ti mismo y a valorar más la gente que te rodea e, incluso, la tierra que pisas, siendo más consciente de tu impacto en el mundo.